Primera parte del Documental hecho por Enrique de Vicente (periodista, escritor).., Es posible la teoria de que las piramides fueron creadas por seres venidos del espacio…? Saquen sus conclusiones!
Primera parte del Documental hecho por Enrique de Vicente (periodista, escritor).., Es posible la teoria de que las piramides fueron creadas por seres venidos del espacio…? Saquen sus conclusiones!
Descripción: La historia de la humanidad es la historia de lo imposible, si analizamos los hechos desde el principio de los tiempos, veremos como la realidad supera y con creces a la ficción.
Nota del autor: Quiero aclarar, que este video aunque parezca estar dirigido a mentes muy abiertas, no es exactamente así. Todo lo que expongo va tan documentado que hará que el vidente no se quede indiferente.
Necesito puntualizar a los más escépticos, que el origen del problema, independientemente de que sean antiguos dioses, extraterrestres o seres humanos sin escrúpulos, es el mismo. Somos mano de obra para unos pocos que dominan la economía mundial y no reparan en el daño que causan.
Guión y producción por Juan Antonio Alejo, autor de los libros »La extinción que viene» »En busca de la tierra dos» y »Los dueños del mundo»
Imágenes sacadas de google, algunas con ligero retoque.
Editado desde Madrid, España. 22/12/2012
Fuente : laextincionqueviene
El 6 de Mayo de 1933 en la pagina 13 de el periódico New York Times, aparecía la esquela de Li Ching-Yun un chino que sobrevivió a 23 esposas, dejo 180 hijos y murió a la edad de 256 años. ¿Este obituario es un error o una exageración? Algunos investigadores dicen que es cierto. Li Ching-Yun murió el 6 de mayo de 1933 era un experto herborista. Fue practicante del Tao y de otras disciplinas de meditación y artes marciales. Sirvió como consejero táctico militar e instructor de artes marciales, se retiró y pasó mucho tiempo en las montañas del Tíbet, donde siguió recolectando hierbas medicinales que según decía le ayudaban a mantenerse joven y saludable.
En 1927 fue invitado a Wann Hsien en la provincia de Sichuan por su amigo personal el general Yang Sen, quien estaba muy interesado en la fuerza y juventud que tenía Li, a pesar de su avanzada edad. En la residencia de este gobernador y caudillo fue realizada a la edad de 250 años, la única fotografía existente de Li.
Misterios de una vida:
Como era de esperar, no se sabe mucho acerca de las primeras etapas de la vida de Li Ching-Yun. Sabemos que nació en la provincia China de Sichuan, donde también murió. También sabemos que en su décimo cumpleaños, Ching-Yun estaba alfabetizado y había viajado a Kansu, Shansi, el Tíbet, Annam, Siam y Manchuria para la recolección de hierbas medicinales. Después de esto, su vida se vuelve un poco borrosa…
Al parecer, durante mas de de cien años, Li continuó vendiendo sus propias hierbas, recogidas por el mismo. También se sabe que tenia las uñas de su mano derecha muy largas, de mas de 15 centímetros.
En 1930 el profesor Wu Chung-Chieh, decano del departamento de educación en la Universidad de Chengdu, encontró en los registros Imperiales del Gobierno de China dos felicitaciones del emperador a Li Ching-yun en 1827 por su 150 cumpleaños y una posterior a los 200 años. Por lo que si este dato es riguroso seria una prueba irrefutable de la edad del hombre mas longevo que jamás haya existido.
El secreto de la longevidad:
En un artículo publicado por la revista Time del 15 de mayo de 1933 titulado “Tortoise-Pigeon-Dog” (Tortuga, paloma y perro), se informaba sobre la increíble vida del maestro Li Ching Yuen y se citaba la respuesta que daba Li al secreto de su larga vida:
“Mantén un corazón tranquilo,
Siéntate como una tortuga,
camina rápido como una paloma
y duerme como un perro.”
Su dieta se basaba principalmente en el arroz y en el vino de este cereal. También consumía gingseng y una planta poco conocida, la Centella asiática (Hydrocotyl asiática). Muchos científicos de la época se burlaron de esto y no le dedicaron atención al tema, pero unos pocos visionarios fueron un poco más allá. Jules Lepine, bioquímico francés, encontró un poderoso alcaloide de efectos rejuvenecedores en las semillas de dicha planta.
Los herboristas saben de un factor de longevidad que posee la planta ‘Vitamina X de la juventud’ para el cerebro y las glándulas endocrinas’ y también extractos de la planta se usan para tratar problemas de circulación y de piel.
Se consume en ensalada. El jugo de las hojas sirve para la hipertensión arterial; también como tónico. Un emplasto o cataplasma de hojas se usa para tratar llagas y úlceras.
Si la historia descubierta por Wu Chung-chien en 1930 y relatada por la revista Time y el diario The New York Times es cierta, Li Ching-Yuen superaría en mas de 130 años a la mujer mas longeva de la tierra, la francesa Jeanne Louise Calment que vivió 122 años y 164 días.
Miles de espectadores de TVE vieron el 11 de enero de 2004 a Neil Armstrong y Buzz Aldrin explorando edificios en ruinas en el Mar de la Tranquilidad, en la Luna. Imágenes inéditas, se leía sobreimpresionado. Y Juan José Benítez decía:
«Ésta fue la verdad, la única y secreta verdad. Aquel 21 de julio de 1969, Armstrong y Aldrin se alejaron escasos metros del módulo, filmando esta increíble construcción. Esta película, de 14 minutos, jamás fue difundida por la NASA».
Numerosas copias del fragmento de la filmación emitido por TVE pueden verse en la actualidad en YouTube, bajo títulos como Vídeo censurado del viaje a la Luna y Construcciones en la Luna ocultadas por la NASA.
El ufólogo navarro sostiene que hace 39 años «el mundo, una vez más, fue engañado», que nos ocultaron el hallazgo de ruinas alienígenas en el satélite terrestre. A él se lo contó «un alto militar norteamericano», ya fallecido, cuya identidad nunca ha revelado y que consiguió hacerse con una copia de la película rodada en el Mar de la Tranquilidad, la que muchos creen todavía que se vio en TVE hace cuatro años. Un documento único porque los vestigios extraterrestres ya no existen: Washington los destruyó con bombas atómicas. Pero el militar desconocido no es el único que afirma que los astronautas encontraron construcciones en la Luna.
Un espía inexistente ;
Quien primero habló a Benítez de las ruinas lunares fue Carlos Paz Wells, un peruano que en los años 70 decía estar en contacto con seres de otros mundos. «Tenemos constancia de que los norteamericanos también conocen la existencia de las antiguas instalaciones de la Confederación (una unión planetaria al estilo de Star Trek). Y, según los guías, los lanzamientos realizados por los distintos Apollos de pequeñas bombas nucleares contra la superficie de la Luna no tenían la única finalidad de medir los posibles movimientos telúricos del satélite. Muy al contrario. La verdadera intención de los norteamericanos era destruir dichas instalaciones, cuyas posiciones conocían de antemano», afirmaba Paz en Ovnis: SOS a la Humanidad (1975), la obra de Benítez dedicada a las andanzas del Instituto Peruano de Relaciones Interplanetarias (IPRI).
Otra fuente, terrestre, confirmó poco después a Benítez la pasada presencia alienígena en la Luna. En 1979 llegó a las librerías españolas la obra Bases de ovnis en la Tierra. Su autor, Douglas O’Brien, decía ser un espía de la CIA arrepentido afincado en nuestro país. El libro era en realidad una novela firmada con pseudónimo por Javier Esteban, entonces un joven de veintiún años. «Para escribir la novela era preciso crear historias con fechas, lugares, etcétera. Para evitar la tarea de inventar miles de datos, acudí a las hemerotecas y tomé nota de miles de diversas fuentes: periódicos, revistas… De esta forma, incluía datos auténticos de sucesos ocurridos, tales como accidentes de aviones militares, expulsiones de diplomáticos, detenciones de espías, etcétera».
Esteban salpicó su relato del espía arrepentido de accidentes de ovnis y asesinatos. Varios ufólogos contactaron con él creyendo que hablaban con un ex agente de la CIA, y el joven les siguió el juego. Algunas de sus historias acabaron publicadas en periódicos, revistas esotéricas y libros de platillos volantes como hechos reales. Revelaba en su libro, entre otras cosas, que, tras descubrirse «cinco bases o lugares de estacionamiento distintos de ovnis en la Luna», EE UU las había destruido con bombas atómicas. «Lo gracioso del asunto es imaginar a personas en su sano juicio investigando la verosimilitud de tales disparates», recuerda el autor de Bases de ovnis en la Tierra.
De Guipúzcoa a la Luna ;
Como en toda conspiración que se precie, en ésta también hay de por medio un presunto empleado de la NASA. Se llamaba Alan Davis y murió en Sevilla hace unos años. Decía ser ingeniero de telecomunicaciones y que, en la noche de la llegada del hombre a la Luna, había visto en la estación de la NASA de isla de Antigua unas imágenes que ocultó al resto del mundo. Según varios ufólogos, era el encargado en la base caribeña de cortar la señal de televisión si sucedía algo inconveniente, y es lo que hizo cuando los astronautas del Apollo 11 se dieron de bruces con los edificios extraterrestres. «Es mentira. Nadie podía cortar la señal. Todo eso de las ruinas en la Luna no son nada más que tonterías», sentencia Luis Ruiz de Gopegui, director de la Estación de Seguimiento de Fresnedillas de la NASA en tiempos del proyecto Apollo.
La instalación madrileña era una de las tres estaciones claves en las comunicaciones con los astronautas, junto con las de California (EE UU) y Canberra (Australia). «En el momento del alunizaje, correspondió a Fresnedillas estar en contacto con la nave. Cuando Armstrong y Aldrin abandonaron el módulo lunar, era California», indica Ruiz de Gopegui. Los conspiranoicos argumentan que la NASA ocultó -¿para qué?- la existencia de los edificios y que hay que creer a Alan Davis. «¿Por qué se va a dudar de una persona que tiene esa valentía?», dice uno de sus amigos. Por una razón muy simple, porque ni él ni nadie ha presentado nunca una sola prueba que respalde sus extraordinarias afirmaciones, equiparables a las de quienes sostienen que ningún avión se estrelló contra el Pentágono el 11-S.
Y es que la película que mostró Benítez en la penúltima entrega de la serie Planeta encantado no es una documento grabado en la Luna, a pesar de que apareciera sobreimpresionada la leyenda Imágenes inéditas. La filmación es una recreación, un encargo del ufólogo a Dibulitoon Studio, una firma de animación radicada en Irún. Los astronautas que recorrían edificios en la Luna eran guipuzcoanos. Ésa es la verdad, la única y pública verdad.
La intercepción de un mensaje indica que avistó ovnis un tripulante del Apolo ;
Todo se supo por casualidad. Un grupo de radioaficionados captó una conversación secreta entre la NASA y los astronautas del Apolo 11 Neil Armstrong y Buzz Aldrin, en un “canal reservado” para estos mensajes, que revela que los tripulantes de la nave vieron ovnis y estructuras extraterrestres.
Un ex empleado de la NASA, Otto Binder, reconoció muchos años después de la misión que sí se registró tal diálogo.
Todavía más. Maurice Chatelain, un especialista en comunicaciones de la agencia espacial, admitió que “el encuentro con ovnis era perfectamente conocido en la NASA” y que “todas las misiones Apolo fueron seguidas por ovnis”.
En su libro “Beyond Top Secret”, el ufólogo Timothy Good, como otros, sostiene que los astronautas vieron extraterrestres en la Luna. La evidencia reside en la conversación secreta captada por los radioaficionados. A continuación, una parte de ese diálogo, tomada de Internet:
Apolo 11: ¿Qué diablos era? Es lo que quiero saber. Estas cosas eran gigantescas, señor. ¡Dios mío, usted no lo creería!
NASA: …¿Qué diablos pasa?
Apolo 11: Están aquí, bajo la superficie.
NASA: ¿Qué hay ahí? Control de misión llamando a Apolo 11.
Apolo 11: Estamos aquí, los tres. Pero hemos encontrado visitantes…
Por las instalaciones, parece que han estado aquí desde hace mucho tiempo… Digo que ahí afuera hay aparatos espaciales. Están alineados en filas al otro lado del cráter…
Quienes pensaron que la tripulación vio un ovni reforzaron su creencia porque varias fotos de la misión Apolo 11 muestran inexplicables destellos en el cielo.
Las versiones de ovnis en la Luna o vigilando a los vuelos tripulados no son nuevas. Desde la creación de la NASA, en 1958, hay larga historia de avistamientos de ovnis de parte de sus pilotos de aviones y sus astronautas.
Joseph Walker, piloto del avión de pruebas X-15, en una charla en mayo de 1962, anunció que unos meses antes filmó dos ovnis en forma de disco.
Dos meses después, otro piloto del X-15, el mayor Robert White, reveló que su nave fue rodeada por una escuadrilla de ovnis al volar a unos 9,800 m de altura.
En 1965, la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) descubrió que un informador de la NASA filtraba información sobre ovnis y lo asienta en un expediente, en septiembre de ese año.
En la mañana del 14 de marzo de 1990, Donald Ratsh, un radioaficionado de Baltimore, Maryland, seguía las transmisiones del transbordador Discovery cuando oyó la siguiente comunicación: “Houston, aquí Discovery, tenemos un problema. Tenemos un incendio”. Poco después dice Ratsh, se oyó una transmisión adicional: Houston, aquí Discovery. Todavía tenemos la nave espacial bajo observación. Una fuente de la NASA informó que el transbordador estuvo involucrado en un incidente con un ovni.
1. De la Tierra a la Luna, escrita en 1865. En ella, el francés llama Columbiad al proyectil con humanos dirigido a Selene. Ciento cuatro años después el módulo de la nave Apolo que completara la misión real llevaba el nombre de Columbia, con un peso muy similar al ideado por el escritor. La vigilancia del viaje del proyectil se realiza en la novela desde un imaginario telescopio gigante, con lente de cinco metros de diámetro, situado en las Montañas Rocosas. Dimensiones y ubicación real del gran radiotelescopio de Monte Palomar.
El viaje en la obra de Verne se realiza a una velocidad de 40.000 km/h., consumándose el trayecto en 97 horas. En la realidad el Apolo XI viajó a 38.500 km/h y la singladura requirió 102 horas. Al reagreso, la nave real amerizó en un punto concreto del Océano Pacífico, lugar que distaba tan solo cuatro kilómetros del imaginado por Verne un siglo antes.
2. A Mark Twain pocos le hicieron caso. Su profecía tenía algo de siniestra y la gran fama que ya arrastraba sólo sirvió para que sus más allegados pensaran que todo se trataba de una pura excentricidad digna de un genio con ganas de más notoriedad. Sin embargo, él seguía empeñado en los últimos meses en vaticinar un hecho muy concreto. Huraño y preocupado, alejado del resto de los círculos intelectuales, barruntaba una única frase: «Yo nací con el cometa y me iré con él».
No fue hasta muchos años después cuando algunos biógrafos descubrieron la increíble coincidencia. Twain había fallecido por muerte natural al terminar el 21 de abril de 1910, en el preciso instante en que era perfectamente visible el paso del c0élebre cometa Halley.
3. Las coincidencias entre Lincoln y Kennedy, Veamos las sorprendentes coincidencias que hay en las vidas de dos presidentes norteamericanos, Lincoln y Kennedy: Abraham Lincoln y John Fitzgerald Kennedy fueron designados congresistas en 1847 y 1947 respectivamente. Lincoln fue elegido presidente en 1860, justo cien años después, en 1960 fue elegido presidente Kennedy. Medían 1’83 metros y sus apellidos tenían siete letras.
Los dos presagiaron sus muertes ya que fueron vaticinadas por varios videntes. Además el secretario de Lincoln, apellidado Kennedy, y el de Kennedy, apellidado Lincoln, recomendaron no acudir a los lugares donde morirían.
Fueron asesinados en viernes, por balazos en sus cabezas, disparados desde atrás y delante de sus mujeres; mujeres con las que perdieron un hijo durante su estancia en la Casa Blanca. Booth disparó a Lincoln en el teatro Ford y se refugió en un almacén; Oswald disparó a Kennedy -que viajaba en un coche Lincoln de la casa Ford- desde un almacén y se ocultó en un teatro. Los nombres completos de sus presuntos asesinos, nacidos en 1839 y 1939, suman quince letras cada uno, eran sureños y fueron asesinados horas después de los asesinatos -sin haber confesado su culpabilidad- por dos vengadores; denunciándose en los dos casos la existencia de conspiraciones que implicaban a personajes norteamericanos muy influyentes. Sus sucesores Andrew Johnson y Lindon Johnson (nombres de seis letras) eran senadores, demócratas del sur y nacieron, el primero, en 1808 y, el segundo, en 1908.
4. El actor Anthony Hopkins estuvo buscando a lo largo de su vida una novela de George Feifer sin encontrarla hasta que, de repente, vio un ejemplar abandonado en el metro. Durante el rodaje de una película basada en esa novela, aquella resultó ser la única copia -repleta de anotaciones- que le quedaba al autor; un amigo a quien se la prestó la había perdido en el metro.
5. En 1914, una mujer alemana realizó seis fotos a su hijo y le encargó a una amiga de Estrasburgo que le revelase el carrete. Por culpa de la guerra mundial no volvió a verla y no logró localizar las fotografías. En 1916 adquirió una película cerca de Frankfurt y fotografió con ésta a su hija recién nacida. Tras revelarla, comprobó con gran sorpresa que en ella se apreciaba una doble exposición, la que acababa de comprar era curiosamente la película perdido en Estrasburgo.
6. En 1837, Edgar Allan Poe publicó «Las aventuras de Arthur Gordon Pym». En ese relato, los cuatro supervivientes de un hundimiento, tras permanecer varios días en un bote a la deriva, asesinaron y devoraron a un grumete llamado Richard Parker. Cuarenta y siete años después, la embarcación Mignonette se hundió y los cuatro supervivientes que lograron sobrevivir en un bote decidieron comerse al grumete; se llamaba Richard Parker.
7. Morgan Robertson escribió en 1898 una novela en la que describía el primer viaje de un gran transatlántico llamado Titán y que se consideraba «insumergible». Aquel barco se hundió una noche de abril después de chocar con un iceberg en el Atlántico. Catorce años después, el Titanic naufragó en idénticas circunstancias a las escritas por Robertson, cuyo ficticio buque poseía numerosas características parecidas a las del Titanic.
En 1935, William Reeves -quien nació el mismo día que desapareció el Titanic- hacía guardia en el Titanian. Atacado por un presentimiento ordenó detener el barco cuando llegaron al mismo lugar donde se habían hundido los otros dos; gracias a ello no fueron arrollados por un iceberg.
8. En 1900, el rey Humberto I de Italia estuvo cenando en un restaurante cuyo propietario había nacido en el mismo día y ciudad que el monarca, además de ser muy parecido a él físicamente. Ambos se casaron el mismo día y con una mujer del mismo nombre. El dueño del restaurante había abierto el establecimiento el mismo día en que Humberto I de Italia fue coronado rey. Tales fueron las coincidencias que el monarca le invitó a un campeonato de atletismo que se celebraba al día siguiente. En el mismo instante en que comunicaron al rey que su doble había sido asesinado a balazos, el anarquista Bresci le disparó causándole la muerte.
9. El compositor Richard Wagner nació en 1813. Su nombre tiene 13 letras. Escribió 13 óperas. Los números de su año de nacimiento suman 13. Encontró su vocación musical un 13 de octubre. Sufrió 13 años de destierro. Terminó Tannhauser un 13 de abril y dejó de ser tocada el 13 de marzo de 1845, tras su fracaso en París, fue repuesta el 13 de mayo de 1895. El teatro de Riga (allí se presentó como director de orquesta) se inauguró un 13 de septiembre. La casa donde se llevaban a cabo sus festivales en Bayreuth fue abierta un 13 de agosto y el último día que pasó en ella fue un 13 de septiembre. Wagner murió el 13 de febrero de 1883, decimotercer año de la unificación de Alemania.
10. En 1911, tres hombres apellidados Green, Berry y Hill fueron ahorcados en Londres acusados de asesinar a Sir Edmond Godfrey en su residencia de Greenberry Hill.
Lo que llamamos casualidad no es ni puede ser sino la causa ignorada de un efecto desconocido.
Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés.
Existen diversos casos de caidas de blooques de hielo gigante desde el cielo, entre los más resaltantes estan el hielo de 200 kg. que cayo en una hermosa noche estrellada en Londres, atravesó el techo de un garage y posteriormente destrozó el auto que se encontraba dentro, nadie supo explicar loque paso.
-El martes 5 de junio de 1979 un pedazo de hielo verduzco se estrello en la sala de una casa en Calgary, Canada.
-El 9 de Abril de 1971, en Tampico, Méxiico, cuando la sra. Sara Medrano dormía apaciblemente, un bloque de hielo de 50 kg. cayo en su cama a su lado después de atravesar el techo, esto casi la
condujo a la locura.
-El 27 de abril de 1872 cayó una lluvia de piedras sobre una casa de Bermondsdey Inglaterra hiriendo a varias personas.
-En 1921 se dió una rivalidad entre dos pueblos en diferentes continentes a causa de una lluvia de piedras, comenzando en Chico California, donde no se pudo saberque causaba tan extraño «bombardeo», en una sesion se culpó del hecho a espiritus, mientras que en Nueva Escocia empezó a suceder lo mismo, una niño dijo ver a los espiritus cuando lanzaban las piedras, otros dijeron que venían del planeta Marte, incluso se culpó a Satanás por la falta de fé de los pobladores. Siguió por varios meses, hasta que legó una carta al sheriff Peck firmada como «El fanstasma» agradeciendo la atención que le dieron en el pueblo pero que debía marcharse, después de esto las lluvias cesaron.
-El 21 de octubre de 1638, una bola de fuego destrozo el muro de un campanario de una iglesia, hiriendo a 62 personas y matando a 4. Después de esto se expandió una espantosa fetidez en donde se pensó de la intervención del mismo Satanás.
-Durante los 80, durante 4 años llovieron granos de maiz sobre la población de Evans, Colorado.
-El 31 de marzo de 1977 cayó una lluvia de ranas y sapos en el estado de Ohio, lo mismo ocurrió en 1979 en el poblado soviético de Dargan-Atta.
-El 30 de Julio de 1838 cayeron del ciello ranas sobre la ciudad de Londres despues de una tormenta, ocurrio lo mismo en la misma ciudad en 1883.
-En mayo de 1984 en East Ham, Inglaterra cayeron una gran cantidad de peces en un suburbio, lo mismo ocurrió en una ciudad cercana llamada Canning Town. Mientras que en Dilhome llovieron conchas que solo se conocían en las Filipinas.
-El 10 de enero de 1877 en Memphis Tenesssee el New York times informó que cayeron del cielo miles de serpientes de entre 30 y 45 cms., por suerte no eran venenosas
-En 1578 cayeron pequeños ratones de color amarillo sobre Bergen, Noruega, sucediendo lo mismo al año sgte.
-En 1965 en Kentucky cayeron millares dee galletas segun el periódica St. Louis Dispatch.
-En marzo de 1888 cayeron numerosos ladrrillos sobre una escuela en presencia de 30 testigos e Madras, India.
-Estos son solo algunos casos de los cieentos reportados. Un hombre llamado Charles Fort ha investigado durante años estos casos y los publicó en un libro que contenia casi 300 casos.
Estos casos desconcertantes vale que sean contrastados con informes oficiales, los casos son tan desconcertantes que desafian a la lógica y proponen la posibilidad de fraudes o relatos producto de la imaginación de la gente. Lo extraño es que un buen número de eventos alternos han sido confirmados.
En el año 1800, en Seringapatam, en la India, se registraron (según la revista Nature del 1° de noviembre, anota Fort) una sucesión de lluvias de granizo. Durante una de ellas se encontraron dos piezas de hielo que tenían el tamaño de un elefante pequeño. Ese mismo año, informes del instituto Smithsoniano revelan que en los EE.UU cayeron piedras de hielo de 2 y 3 kg. de peso.
El 27 de febrero de 1877 en Penchloch, Alemania, cayó una espesa lluvia amarilla, color oro, cuya materia tenía 3 formas distintas: semejaban una flecha, un grano de café y un disco. No se encontraron trazas de polen y la sustancia despedía un fuerte olor animal. El análisis químico reveló la presencia de nitrógeno y amoníaco. Charles Fort – en su obra «El libro de los condenados» al hablar de esta lluvia – dice: «Tal vez fueran símbolos jeroglíficos de alguien que intentaba decirnos algo».
El 14 de febrero de 1870, cayó en Génova, Italia según el profesor Beccardo, director del instituto Genovés de Física, citado por Fort, una sustancia amarilla que cubrió las calles, al punto de que era difícil caminar. Según se estimó, la cantidad de esta materia amarilla que cubrió Génova era de aproximadamente 100 mil toneladas.
El 30 de abril de 1887 se produjo una lluvia densa, ardiente, negra y pestilente. El mismo fenómeno se repitió el 9 de octubre de 1907 y el 2 de marzo de 1908. La «explicación» fue que se trataba de polvo de carbón que habría flotado en el aire desde las minas de Gales. Pero una lluvia similar se registró el 20 de enero de 1911 en Suiza y otra en el cabo de Buena Esperanza, el 5 de febrero de 1912. Según el reverendo James Rust una lluvia negra cayó en Slains, Escocia, el 14 de enero. Otra en Carluke, a 250 km. de Slains, el 1 de mayo. Y otros dos en este sitio el 20 de mayo de 1862 y el 21 de octubre de 1863. El informe químico identificó esta sustancia no como un producto volcánico o ceniza, sino como escoria de fundición. «Resulta imposible – dice Fort – imaginar que un producto artificial como es la escoria de hierro haya podido caer en tan grandes cantidades y en sitios tan distintos». Y agrega un dato sorprendente: El 9 de noviembre de 1819 cayó una lluvia negra de escoria de metal sobre una vasta zona de Canadá. Esta lluvia fue acompañada de una sacudida sísmica y de una intensa oscuridad aunque era pleno día.
No sólo caen – según Fort – diversos colores desde el cielo. En ciertos momentos de la historia, y en los más variados lugares, se produjo la precipitación de sustancias realmente increíbles.
El 13 de agosto de 1819 en la ciudad de Amherst, en Massachusetts, un objeto misterioso, recubierto de una pelusilla como la que se encuentra en la fábrica de paños, se abatió contra el suelo. Separada la pelusa apareció una sustancia pulposa de color amarillento que despidiendo un olor muy nauseabundo, se volvió de color rojo vivo por el simple contacto con el aire.
En Londres, la tarde del 5 de mayo de 1848, cayó una lluvia extrañísima. Traducida textualmente la nota de Charles Fort dice la siguiente: «A las 5 de la tarde el cielo estaba apacible sobre la ciudad de Londres. De pronto sin previo aviso, comenzó a soplar un fuerte vendaval que hizo volar a toldos y sombreros. El sol se apagó y una oscuridad densa se desplomó sobre la ciudad. Apenas se podía ver a dos pasos. A partir de ese momento comenzó a caer desde la alto un copioso chubasco de agua y peces. Durante casi 1 hora cayeron miles y miles de pequeños peces de una 15 cm de largo, de color plateado y grandes aletas. Examinados por los expertos no pudieron ser reconocidos. Se enviaron muestras a todas las Universidades de Inglaterra y ninguna pudo decir de que especie eran esos peces. Finalmente, una comunicación llegada desde el Cairo y firmada por el decano de la facultad de ciencias naturales de esa ciudad informó que esos peces correspondían a una especie de agua dulce que prolifera en el mar de Galilea. No se pudo explicar cómo habían caído sobre Londres esos peces que los palestinos llaman Pez de San Pedro».
En agosto de 1894 , miles de medusas , grandes como un chelín , fueron señaladas sobre la ciudad de Bath, en Inglaterra. En el mismo momento no lejos de ahí, en Wigan, cayó una lluvia de pequeñas ranitas.
En una nota tomada de Comptes Rendus, Fort anota que la «sustancia negra caída en Entre Ríos, Argentina, el 30 de junio de 1880 recuerda a ciertas formas de lignito». Es de color negro verdusco , similar a otras que se precipitaron en Francia (1868), Australia (1861), India (1867) y Portugal (1902).
Tras la muerte de Charles Fort las lluvias acontecidas fueron más insólitas que las que describió:
Chaparrones de tela de araña mojando pueblos y ciudades, están desconcertando a meteorólogos del mundo entero, que no obtienen explicación a tan inusual y original fenómeno.
La caída más frecuente es la de trozos de hielo, que en algunas ocasiones pesan 45 kg. A estos le siguen las de ranas, peces y cangrejos, que parecen preferir ambientes fríos como los del norte de Gran Bretaña para caer.
Cabe señalar un suceso muy raro ocurrido un atardecer de verano de 1969: los ventanales de una hostería de los Alpes alemanes próxima a Oberstdorf fueron literalmente destrozados por una lluvia de monedas antiguas, en especial rupias, maravedíes y piastras. El violento chaparrón paleomonetario se repitió a la mañana siguiente, y atrajo a numerosos curiosos a la zona. La policía destacó en el lugar a 4 patrulleros y una unidad de perros especializados que rastrearon la zona sin encontrar pista alguna sobre el extraño ataque.
Los dueños del establecimiento declararon que durante las 2 precipitaciones de monedas se oyeron voces en lenguas extrañas, que algunos huéspedes interpretaron como griego antiguo y otros como sánscrito.
R. P. Greg, uno de los catalogadores mas notables de fenómenos meteóricos, reporta caídas de sustancias viscosas en 1652, 1686, 1718, 1796, 1811, 1819, 1844. Da datos más antiguos, pero yo tambien practico la exclusión. En el Report of the British Association, señala incluso el paso de un meteoro muy cerca del suelo entre Barsdorf y Friburgo. en Alemania. Al día siguiente se encontró sobre la nieve una masa enorme de gelatina. No era ni la estación de la freza, ni la del nostoc. «Curioso, si es exacto», como dice él. Pero relata, sin modificarla, la caída de un meteoro en Gotha, Alemania, el 6 de setiembre de 1835, «dejando en el suelo una gran masa de gelatina» y aterrizando apenas a un metro de un observador. En otro artículo del Report, según una carta de Greg al profesor Baden Powell, el 8 de octubre de 1844 por la noche, cerca de Coblenza, uno de sus amigos alemanes vio caer al suelo un cuerpo luminoso cerca de él y de otra persona. A la mañana siguiente, encontraron en aquel lugar una masa gelatinosa de color gris.
Según Chladini, una masa viscosa cayó con un meteorito luminoso entre Siena y Poma, en mayo de 1652; otra, después de la caída de una bola de fuego en Lusatia en marzo de 1796; una sustancia gelatinosa, después de la explosión de un meteorito, cerca de Heidelberg, en julio de 1811. En el artículo citado en la nota, se describe la sustancia de Lusatia como poseyendo «el color y el olor del barniz negro desecado». En el American Journal of Science se dice que una materia gelatinosa surgió con un globo de fuego sobre la isla de Lethy, en la India, en 1718.
En la misma revista, en varias observaciones sobre los meteoros de noviembre de 1833, se mencionan caídas de sustancias gelatinosas: «Bloques de gelatina blanca», parecida a clara de huevo coagulada, fueron hallados en el suelo en Pahway, New Jersey. A. H. Garland, de Nelson Country, Virginia, encontró una sustancia gelatinosa que tenía la circunferencia de una pieza de 25 centavos. Una mujer de West Point encontró una masa grande como una taza de té y parecida al almidón hervido.
En 1829, Persia vio caer una sustancia que nadie conocía. Los persas no tenían la menor noción de lo que era, pero comprobaron que las ovejas podían comerla y así lo hacían. Resolvieron molerla en harina, e hicieron con ella un pan del oue se dijo que era comestible, aunque insípido.
Si hay pocas sustancias que hayan caído al suelo y si la superficie terrestre abunda en sustancias arrancables por una tromba, dos caídas de papel parecerían notables. Un articulista señala, en la Edinburgh Review (8 a), que en Carolath, Silesia, en 1839, cayeron sesenta metros cuadrados de fieltro, con los cuales se podrían haber confeccionado vestidos. El dios del Examen Microscópico decidió que se componía esencialmente de coníferas. Finalmente, otro artículo (8 b) señala que, el 16 de marzo de 1846, en la época de la caída de sustancia comestible en Asia Menor, un polvo aceitunado se abatió sobre Shanghai. Se descubrió al microscopio que se trataba de una masa de pelos negros y blancos, estos últimos más densos. Se creyó que se trataba de fibras minerales, pero, en la combustión, desprendieron «el olor y el humo amoniacales de los pelos y las plumas carbonizados». Otros exámenes revelaron que dichas fibras, caídas en forma de una nube de un millón de hectáreas, mezcladas con arena y álcali, estaban formadas principalmente de coníferas.
En All the Year Round, se describe el siguiente hecho: el 21 de setiembre de 1741, en Inglaterra, en el espacio triangular incluido entre los pueblos de Bradly, Selborne y Alresfort, se desplomaron «telas de araña» bajo la forma de «copos o jirones de tres por quince centímetros», relativamente pesados, que cayeron «a toda velocidad» y en gran cantidad, puesto que el lado más pequeño del triangulo mide doce kilómetros. En un artículo aparecido en otro lugar, se añade que el chaparron se produjo en dos tiempos, con un intervalo de varias horas (este dato nos es familiar), y que la segunda caída duró desde las nueve de la mañana hasta el anochecer.
Hilos de araña» caídos en octubre de 1881 en Milwaukee, Wisconsin, y después en Groen Bay, Vesburge, Fort Howard, Sheboygan y Ozaukee. De ellos se ha escrito que eran «muy blancos y de fuerte textura». «Lo más curioso», escribe el cronista, «es que no se señala en ningún caso la presencia de arañas». De donde surge nuestra tentativa de separar un posible producto exterior de su amalgama terrestre, y después nuestra alegría de prospectar cara al descubrimiento. El 21 de noviembre de 1898, numerosos bloques de sustancia, muy parecida a la tela de araña. cayeron en Montgomery, Alabama, en hilos y jirones de hasta diez centímetros cuadrados. Según el observador, no se trataba de tela de araña, sino más bien de una especie de amianto fosforescente.
En Montussan, en la Gironda, el 16 de octubre de 1883, un observador vio surgir una espesa nube, formada por una sustancia algodonosa que cayó al suelo en bloques gruesos como el puño. M. Tissandier, que informa de este testimonio, añade que dicha sustancia blanca y fibrosa parecía haber ardido.
En marzo de 1832, una sustancia amarilla y combustible caía en Kourianof, Rusia, sobre ciento cuarenta a ciento cincuenta mil hectáreas y con diez centímetros de espesor. Se tendía a identificar esta materia amarilla y resinosa como polen de pino, pero al romperla se le encontró la resistencia del algodon y sumergiéndola en el agua, la de la resina. Una resina de cobr ambarino elástica como el caucho y que olía como esencia de cera.
En cuanto a las cantidades de sustancias vegetales, demasiado vastas para sugerir cargamentos perdidos, recordemos que en Perpignan, el 1º de mayo de 1883, y en varios puntos de la costa mediterránea, cayó, según el Intellectual Observer, una mezcla de arena fina y de «harina roja», y que en Siena, Italia, en mayo de 1830, cayó una materia vegetal roja. Alguien debería registrar todos los fenómenos de caída localizados en Siena: son incalculables. Finalmente, el 16 de febrero de 1901, en Pawpaw, Michigan, la Monthly Weather Review, cita que, durante un día de calma chicha en que se vio inmovilizarse incluso a los molinos de viento, cayó un polvo amarronado de materia vegetal.
Chemical News: Donde el doctor A. T. Machattie, F.G.S., escribe que en London, Ontario, el 24 de febrero de 1868, en medio de una violenta tormenta, cayó una subtancia de color oscuro, en cantidad estimada en quinientas toneladas y sobre una extensión de unos cien por veinte kilómetros. Fue examinada al microscopio por el doctor Machattie, quien estableció que se trataba de sustancia vegetal «en avanzado estado de descomposición». La sustancia fue examinada también por el doctor James Adams, de Glasgow, que expresó su opinión de que se trataba de restos de cereales. El doctor Machattie señaló que el suelo de aquella región del Canadá había permanecido helado por varios meses antes de la caída, lo cual hacía suponer que el origen de la sustancia fuera remoto. El doctor Machattie creía que su origen se hallaba en el sur. «No obstante -dijo-, todo esto es mera conjetura.»
Amer. Journal of Science: El 24 de marzo de 1840, durante una violenta tempestad, cayó una respetable cantidad de cereales en Raikit, en la India. La caída fue informada por el Coronel Sykes, de la Asociación Británica. Los nativos se mostraron muy excitados, ya que se trataba de un cereal desconocido para ellos. Usualmente, tales hechos y sus pruebas son llevadas inmediatamente a un científico, que suele conocer las cosas mucho mejor que los nativos. Sin embargo, en esta ocasión no ocurrió así: «El cereal fue sometido a algunos botanicos que no lo reconocieron inmediatamente, sino que nombraron varias especies, distintas de unos a otros.»
Otro dato: el extraordinario año de 1883.
Según una traducción de un periódico turco, publicada por el London Times, cayeron en Scutari, en Turquía, el 2 de diciembre, copos o partículas de una sustancia blanca como nieve, «pero de sabor salado y soluble en el agua».
Miscelánea: «Una materia negra y capilar», el 6 de noviembre de 1857 en Charleston, Carolina del Sur . «Pequeños bloques quebradizos y vesiculares, grandes como guisantes o avellanas», en Lobau, el 18 de enero de 1835. «Una esoecie de salitre cristalizado, de sabor azucarado, caído en plena tormenta» en Peshawar, India, en Junio de 1893.
En Darmstadt, el 7 de lunio de 1846, Greg informa de una caída de «escorias de hierro ordinarias» .
En 1885, se encontró una gran piedra en el interior de un árbol, en Battersea Fields.
A veces se encuentran balas de cañón incrustadas en los árboles. Esto no provoca ninguna discusión: parece extravagante que alguien quiera agujerear el tronco de un árbol para ocultar en él una bala de cañón. Lo mismo ocurre con la piedra de Battersea. ¿Qué se podría decir de la misma sino que cayó a toda velocidad y que se incrustó en el interior de un árbol? Sin embargo, la discusión fue considerable. Porque en el pie del árbol, como desprendidas de la piedra, se encontraron fragmentos de escorias férricas.
Un periódico de Kimberley (citado por Nature, 10 de enero de 1884) anunciaba que, a finales de noviembre de 1883, un chaparrón de materia cenicienta cayó sobre Queenstown, en Africa del Sur, bajo la forma de bolas minúsculas, blandas y pulposas, pero susceptibles, una vez secadas, de convertirse en polvo al menor contacto. Sería usualmente absurdo atribuir esta sustancia al Krakatoa y, sin embargo, la lluvia fue acompañada por fuertes detonaciones.
sustancia que se precipitó el 24 de abril de 1887 en el departamento del Orne, en Francia. Y cerca de Allport, en Inglaterra, en 1827, «una especie de carbón de madera», expandiendo una viva luz, se abatió con gran ruido en un campo, si hay que creer el informe del doctor Angus Smith aparecido en las Lit. and Phil. Soc. of Mancester Memoirs, enteramente basado, como la casi totalidad de los Principios de Lyell y del Origen de las especies de Darwin, sobre testimonios orales. Esta materia anormalmente pesada, como si contuviera hierro, estaba «mezclada con una pizca de azufre». Se aleja totalmente, dice el profesor Baden-Powell, de las materias meteóricas corrientes.
Y Greg, aun calificándola de «sustancia dudosa» en su catálogo, la asimila de un modo definitivo partículas de azufre y piritas de hierro incrustadas en carbón de madera, mientras que el doctor Smith le atribuye un contenido en carbón de un 43’59 %. Pero la noción de caída de carbón permanece inseparable de los datos de sustancias resinosas y bituminosas.
Sustancias resinosas en Kaba, Hungría, el 15 de abril de 1887, y en Neuhaus, Bohemia, el 17 de diciembre de 1824. En Luchon, el 28 de julio de 1885, una sustancia negruzca, quebradiza y carbonosa cae durante una tormenta. Quemada, desprende un olor a resina. En Génova, una sustancia resinosa, caída del 17 al 19 de febrero de 1841, es definida por Arago como bituminosa y arenosa. Caída en julio de 1681, cerca del Cabo Cod, sobre el puente de un navío inglés, el Albemarle, de una materia «ardiente y bituminosa». Lockyer señala que una sustancia caída en el Cabo de Buena Esperanza el 13 de octubre de 1838, a razón de dos metros cúbicos, era blanda, desmenuzable con un cuchillo, y «dejó, después del examen, un residuo de olor bituminoso». La misma consistencia fue descrita por otro lado como «pareciéndose más que cualquier otra cosa a un pedazo de antracita».
Según M. Daubrée, la sustancia caída en la República Argentina, en la provincia de Entre Ríos, el 30 de junio de 1880, recordaba «ciertas formas de lignito». Una materia caída en Grazac, Francia, el 10 de agosto de 1885, desprendía en la combustión un olor bituminoso. El doctor Walter Flight enumeró también la sustancia de Alais, Francia, el 15 de marzo de 1806, examinada por Berzelius, las de Cranbourne. Australia, en 1861, Montauban, Francia, el 14 de mayo de 1864 (veinte masas, algunas de ellas grandes como una mano humana, de una sustancia «parecida a un descolorido lignito terroso»), de Goalpara, India, en 1867 (cerca dei 8% de hidrocarburo), de Ornans, Francia, el 11 de julio de 1868, con un componente orgánico combustible. de Hessle, Suecia, el 1º de enero de 1860.
¿Y qué decir de los «gusanos de nieve»? En Proc. Acad. Nat. Sci. of Philadelphia, se describen gusanos amarillos y negros hallados en los glaciares de Alaska, donde no hay forma alguna de vida a escala de los insectos y no existe ninguna base de vegetación, salvo los organismos microscópicos. Caídas de gusanos negros en Bramford Speke, Devonshire en Christiania, Noruega, durante el invierno de 1876 donde no podían salir del suelo que, en aquella epoca, estaba helado; insectos negros en 1827, durante una nevada en Pakroff, Rusia; caída, en una nevada, de multitud de pequeños insectos negros en Orenburg, Rusia, el 14 de diciembre de 1830 ; un gran número de gusanos en medio de una tormenta de nieve en Sangerfield, New York, el 18 de noviembre de 1850.
Grandes gusanos en Utica, en el estado de Nueva York. Según el Scientific American, fueron enviados al Departamento de Agricultura de Washington, en donde se los separó en dos especies diferentes: larvas de lombrices y de escarabajos. Larvas de escarabajo en Mortagne, Francia, en mayo de 1858, inanimadas por el frío. Flammarion, en The Atmosphere, p. 414, habla de una lluvia de larvas en la Alta Saboya, el 30 de junio de 1869, durante una tempestad de nieve: «No podían haber hecho eclosión en la región, en donde, los días precedentes, la temperatura había sido extremadamente baja». En enero de 1890, caída en Suiza de un número tan enorme de larvas que verdaderas nubes de pájaros fueron atraídos hacia el lugar. Unas eran negras, otras amarillas y tres veces más grandes. Lo cual excluye la selección por gravedad específica, propia de todos los torbellinos.
En el London Times se informa que un objeto redondo y metálico fue hallado el 17 de agosto de 1887 en un jardín de Brixton, «después de una violenta tormenta». Fue analizado por un químico, J. James Morgan, de Ebben Vale, que no logró identificarlo como verdadera materia meteorítica. Fuera o no fuera un producto de fabricación, el objeto fue descrito como sigue: una esfera elipsoide aplanada en los polos, de cinco centímetros de espesor en su mayor diámetro. Calificándola de «fragmento», Symons le retiró, sin embargo, todo carácter de simetría, prestándole una naturaleza amorfa y alejándola así del dato siguiente: descubrimiento en un montón de estiércol de una bola de metal después de una tormenta, en Sussex. Esta vez, mister Symons razonó que una bola de metal hundida en una masa de estiércol bien puede atraer al rayo y persuadir de su caída a una inteligencia de nivel inculto. Lo cual supondría que, de todos modos, los campesinos conocen tan mal sus propios montones de heno como el señor Symons su mesa de trabajo.
En Casterton, Westmoreland, un hombre, su mujer y sus tres hijas vieron caer del cielo una piedra durante una tormenta, matar a una oveja y enterrarse profundamente en el suelo. Después de haber cavado, desenterraron una bola de piedra que fue exhibida en la Real Sociedad de Meteorología bajo la mención de «bloque de gres». C. Carus-Wilson la describe como una esfera de cuarcita ferruginosa de un peso de algo más de cinco kilogramos, que poseía no sólo un elemento de simrtría, sino también un elemento de estructura, puesto que había una cáscara exterior seporada del núcleo central, sin duda debido al desigual enfriamiento de la masa.
Encuanto a W. B. Tripp, de la Real Sociedad de Meteorología, señala el caso de un granjero que, durante una tormenta, vio su campo labrado ante él por un objeto luminoso., Desenterró un hacha de bronce. Estimo que una expedición al Polo Norte hubiera sido menos urgente que una delegacion científica perdiendo un verano en estudiar los hechos en el lugar del incidente.
En la vivienda de Mr. Charton, en Sutton Courthouse, Sutton Lane, Chiswick, varias ventanas fueron destrozadas «por algún agente misterioso». No se logró encontrar jamás al culpable. El edificio estaba aislado de toda vecindad y rodeado de elevados muros. Fue llamada la policía. Dos constables, asistidos por varios inquilinos, montaron guardia, sin impedir que los vidrios continuaran rompiéndose «delante y detrás de la casa a la vez».
Algunas islas flotantes se estacionan a menudo en el Supermar de los Sargazos, siendo, a veces, afectadas por perturbaciones atmosféricas que provocan la caída de diferentes objetos en determinadas zonas terrestres. Sostengo que de las playas que jalonan las islas flotantes del Supermar de los Sargazos caen algunas veces guijarros.
En Wolverhampton, Inglaterra, en el mes de junio de 1860, después de una violenta tormenta, cayeron tal cantidad de pequeños guijarros que fue preciso retirarlos con palas. Un gran número de pequeñas piedras negras cayeron en Birmingham, Inglaterra, en agosto de 1858, en una tormenta: se dijo que eran similares a algunos basaltos existentes a varios kilómetros de Birmingham de iguales caracteristicas. Guijarros como «pulidos por el contacto con el agua» cayeron en Palestine, Texas, el 6 de julio de 1888; pertenecían a «una formación inusitada en Palestine». Bolas redondas y lisas en Handahor en 1834. «Un gran número de piedras de forma y aspecto desconocidos en tales regiones en Hillsboro, Illinosis, el 18 de mayo de 1883, en el curso de un tornado».
Guijarros de las playas aéreas y guijarros terrestres, producidos por los torbellinos, se confunden en estos casos hasta tal punto que parece necesario separarse del punto de unión: han caído guijarros que ningún torbellino conocido podría explicar, otros encerrados en piedras de granizo tan voluminosas que parece imposible que hayan podido formarse en la atmósfera terrestre, otros finalmente que se abatieron, a largos intervalos, en el mismo lugar. En setiembre de 1898, un periódico neoyorquino anunciaba que un árbol había sido herido por un relámpago o una apariencia luminosa en Jamaica. Cerca del árbol se encontraron menudos guijarros, cuya impertinencia en relación con la ortodoxia llegó hasta tal punto que eran «lisos y pulidos como por el agua», no fragmentos angulosos como se desprenden de los meteoritos.
Un observador del Servicio de Señales de Bismarck, Dakota, relata que, a las nueve de la noche del 22 de mayo de 1884, varios ruidos secos crepitaron a través del pueblo, causados por la caída de gran número de piedras de sílex golpeando contra los cristales. Quince horas más tarde, otra caída completamente idéntica se producía en el mismo pueblo.
He aquí un suceso realmente singular del cual nadie ha sabido dar una explicación satisfactoria, a pesar de que los hombres de ciencia lo han intentado a toda costa.
El suceso se ha repetido muchas veces a lo largo de la historia, aunque sólo analizaremos uno de ellos.
En un día claro de 1896, la región de Baton Rouge, en Luisiana, Estados Unidos, cayó una lluvia torrencial de pájaros muertos, sin que nadie encontrara la razón de semejante cosa.
Los habitantes de la zona dijeron haber encontrado todo tipo de aves, entre los que se encontraban zorzales, picos-verdes, urracas e incluso patos salvajes.
Lo más curioso del asunto, es que también había canarios domésticos y pájaros que los lugareños nunca antes habían visto.
De entre todos los seres, los humanos hemos logrado adaptarnos a un mayor número de ambientes, dominando las demás formas de vida. ¿Cuál es el fundamento de la fuerza de nuestra especie? Los peces pueden nadar, algunas aves volar y otros animales, correr a gran velocidad; pero la inteligencia, como la hemos desarrollado, nos ha permitido conocer las profundidades oceánicas, llegar al espacio y avanzar más rápido que cualquier otra criatura sobre la superficie de la tierra.
En general, cuando hablamos de inteligencia la asociamos con el coeficiente intelectual (IQ), pero la inteligencia ya no se considera una propiedad unitaria, sino un concepto que se manifiesta de distintas formas. Se habla de inteligencia racional –que incluye las habilidades lingüísticas y matemáticas–, de inteligencia emocional –que se relaciona con la capacidad de sentir empatía y solidaridad–, e incluso de inteligencia naturalista o ecológica –esa habilidad que debemos desarrollar para minimizar nuestro impacto dañino en la ecología–, pero sólo recientemente, la ciencia ha podido examinar evidencias que sugieren la posesión de una “inteligencia espiritual”. Y ésta se refiere a la percepción, aparentemente inherente, de que existe una realidad trascendental o alternativa que suprime la condición de nuestra realidad física y limitada.
La inteligencia racional es la capacidad lógica para razonar, planificar, comprender ideas complejas, desarrollar pensamiento abstracto y habilidades matemáticas, lingüísticas y de aprendizaje.
En 1983, Howard Gardner, psicólogo de la Universidad de Harvard, desarrolló la teoría de las “inteligencias múltiples”, entre las cuales incluye la inteligencia interpersonal y la intrapersonal –la primera, concerniente a la capacidad de entender las intenciones, motivaciones y deseos de otros, y la segunda, de comprender los sentimientos, miedos y motivaciones de uno mismo–.
Tiempo después, en 1995, el también psicólogo Daniel Goleman popularizó el concepto de “inteligencia emocional”, como un requisito indispensable para poder utilizar el coeficiente intelectual, y lo definió como una serie de competencias y habilidades agrupadas en cuatro líneas principales: autoconciencia, autocontrol y adaptación, conciencia social y manejo de relaciones interpersonales.
Según Goleman, los humanos nacemos con un nivel general de inteligencia emocional y podemos, por medio de la práctica, conseguir un alto grado de pericia.
A pesar de que esta posición ha sido objeto de controversias, se ha observado que las personas con un coeficiente emocional elevado efectivamente se relacionan mejor con los demás, cuentan con una alta autoestima y responden de manera adecuada ante situaciones difíciles.
Lo sagrado ;
El término espiritualidad proviene de la raíz latina spiritus, que significa “aliento”, en referencia al aliento de vida. Se vincula con abrir el corazón y cultivar la capacidad de experimentar asombro, reverencia y gratitud. Es la habilidad de encontrar lo sagrado en lo ordinario, de sentir el significado de la vida, conocer la pasión de la existencia y subyugarse ante algo superior. Su propósito es despertar la compasión y su efecto una buena salud mental.
A pesar de sus semejanzas, la espiritualidad no se condiciona a practicar religión alguna o tener una creencia en particular. Es un sentimiento o estado mental intensamente personal.
En la actualidad la mayoría de las personas persigue la espiritualidad, y muy pocos lo hacen en una forma ajena a la religión.
Sin embargo, en nuestros tiempos, la oferta para ejercer la espiritualidad también ha encontrado su nicho en formas alternativas como la corriente New Age o, de manera individual, a través de la música, la poesía, la literatura, el contacto con la naturaleza o las relaciones íntimas.
Al final de cuentas, la espiritualidad puede expresarse de formas diversas: desde los bailes de los judíos jasídicos, las prácticas meditativas de los budistas, las danzas espirituales de los derviches musulmanes o los servicios religiosos de los cristianos, o a través del compromiso con causas como la llamada “ecología profunda”, cuya base es, precisamente, la vivencia de unidad e interconexión con una naturaleza sacralizada, en oposición a la idea de que es un objeto externo y ajeno a nosotros.
En 1997, la física y filósofa Danah Zohar introdujo el término “inteligencia espiritual” en su libro ReWiring the Corporate Brain.
La idea de una inteligencia dedicada a la trascendencia recibió de inmediato oposición del sector académico, pues su estudio se consideraba imposible debido a la dificultad de cubrir los criterios científicos.
No obstante, recientes evidencias neurológicas, psicológicas y antropológicas han revelado una presencia suficiente para considerarla un objeto serio de estudio, y varios laboratorios en el mundo han profundizado en el tema.
A diferencia del coeficiente intelectual, cuya máxima expresión sería albergada por una supercomputadora, y de la inteligencia emocional que existe en los mamíferos superiores, la inteligencia espiritual sería distintiva de los humanos. Además, resultaría ser la más fundamental de las tres descritas, ya que estaría relacionada con la necesidad de encontrar el significado y valor de la vida.
De tal manera, la inteligencia espiritual funcionaría como un marco dentro del cual actuarían el coeficiente intelectual y la inteligencia emocional para expresar así nuestras capacidades, y mejorar nuestra vida y la de los demás.
Los hallazgos ;
Por fin, a finales del siglo XX y comienzos del XXI, se dieron las condiciones de laboratorio para poder tener acceso a este misterio.
Hoy en día, los investigadores cuentan con herramientas como la resonancia magnética funcional, la tomografía por emisión de positrones y otros equipos de investigación con los que examinan el cerebro de personas comunes, monjes y religiosas, en busca de las bases fisiológicas de las experiencias espirituales.
En primer lugar, se ha descubierto que la sensación espiritual de comunión con un ser superior no corresponde, como se pensaba, a una región específica del cerebro.
Una investigación realizada en 2006 por el neurocientífico Mario Beauregard, de la Universidad de Montreal, en Canadá, describió la participación y activación de varias regiones cerebrales, relacionadas con diferentes funciones, como la autoconciencia, la emoción y nuestra representación física.
Para efectuar el análisis, su equipo hizo la resonancia magnética del cerebro de 15 monjas carmelitas, a quienes se pidió que revivieran la experiencia mística más intensa que hubieran vivido.
El estudio de Beauregard encontró que la experiencia espiritual activaba más de una docena de diferentes áreas del cerebro a la vez.
Además de Davidson, Alan Newberg, de la Universidad de Pennsylvania (EU), realizó estudios en los que registró cambios en la actividad neuronal de monjes budistas durante un ejercicio de meditación. Sus experimentos indicaron que, mientras tenían la experiencia de “unidad con toda la creación”, se observaban cambios significativos en las áreas frontales, parietales y en regiones subcorticales del cerebro, como la amígdala, lo que sugiere que la experiencia espiritual podría correlacionarse directamente con procesos neuronales de determinadas estructuras cerebrales.
Iguales cambios se observaron en religiosas franciscanas durante su oración, aunque ellas describían el momento como una sensación de cercanía y unión con Dios. Más allá de las interpretaciones personales, vinculadas directamente con las distintas creencias, el hecho que ha llamado la atención es que la experiencia mística es observable, y que es biológica y científicamente comprobable.
En general, las características que se han encontrado durante estos estados son una activación en los lóbulos frontales y el sistema límbico. Los primeros son el sitio de la atención y la concentración, y generan nuestro sentido de “yo”, por lo que al alterar su funcionamiento se percibe una “disolución del ego”. El sistema límbico se vincula con los sentimientos afectivos. Se ha observado también una “desconexión” del lóbulo parietal, que maneja la orientación espaciotemporal, lo que parece crear la sensación de fusión con el Universo.
Cambios benéficos ;
Otros sorprendentes descubrimientos han encontrado que las modificaciones a nivel cerebral también se traducen en cambios físicos. Por ejemplo, rituales como la oración, la meditación, y conductas repetitivas como el baile o el canto ceremonial, pueden tener efectos sobre el sistema límbico y el sistema autónomo, pues participan en la creación de la emoción y el estado anímico, al tiempo que pueden impulsar los ritmos corticales y producir sentimientos inefables e intensamente placenteros. Además, al combinarse con otras actividades (como el ayuno, la hiperventilación o la inhalación de incienso), esta estimulación multisensorial puede afectar la fisiología del cuerpo hasta conducir a estados mentales alterados.
Hace algunos años, la neurocientífica Sara Lazar y sus colegas de la Universidad de Harvard encontraron que 20 monjes budistas expertos en meditación tenían un mayor grosor en algunas regiones cerebrales, en comparación con 15 voluntarios que no practicaban meditación. En particular, la corteza prefrontal y la ínsula anterior derecha presentaban más espesor en los practicantes de meditación y, curiosamente, el mayor incremento se encontró en los sujetos de mayor edad, en contraposición a lo que sucede durante el proceso natural de envejecimiento, en el que estas áreas cerebrales van adelgazándose.
Y un estudio reciente, del investigador Yi-Yuan Tang, de China, respalda que no es necesario ser un monje experimentado para obtener este tipo de beneficios. De acuerdo con sus resultados, bastaron 20 minutos diarios de practicar una técnica de meditación china llamada “integración de mente y cuerpo”, para tener un mejor estado anímico y conseguir mejores resultados en pruebas de atención. También observó que el organismo producía menos cortisol, la hormona indicadora de estrés.
¿Y Dios?
Al igual que la sensación de espiritualidad, el concepto de Dios, de una u otra forma aparece en casi todas las culturas. Una posible razón sería que, al constituir la única especie capaz de contemplar su propia muerte, necesitamos algo superior a nosotros mismos para hacer tolerable esa certeza.
En cuanto a los resultados de los estudios, todavía hay muchas incógnitas. Aunque algunos científicos indican que Dios no existe como algo externo e independiente de nosotros, sino que es producto de una percepción inherente; la manifestación de una adaptación evolutiva que existe exclusivamente dentro del cerebro humano. Para otros, incluido Beauregard, se trata de un Ser Supremo que nos proveyó de una especie de “antena receptora” en el cerebro para captar su presencia.
¿Será Dios una percepción generada por el cerebro; o bien, estará este órgano nuestro dotado de circuitos que le permiten experimentar la realidad de Dios? Probablemente la ciencia nunca llegue a responder esta pregunta. Lo que sí parece sugerir es que los humanos tenemos ya dispuesto cierto “cableado”, o conexiones neuronales que, con ciertas conductas asociadas a la espiritualidad, como la oración, la meditación, el yoga o los cantos, nos hacen evocar percepciones y sensaciones interpretadas, por la mayoría de los integrantes de todas las culturas, como la evidencia de una realidad divina, espiritual y trascendental.
Alguna vez el físico Albert Einstein describió una vivencia que evidenciaba el buen aprovechamiento de su inteligencia espiritual:
“Existen momentos en los que uno se siente libre de las propias limitaciones humanas. En esos momentos, uno se imagina parado en una pequeña parte del planeta, observando con asombro la fría, pero profundamente conmovedora belleza de lo eterno, en donde fluyen vida y muerte en un solo cauce, y donde no hay evolución ni destino… sólo ser”.
Fuente : comunidadconsciencia.ning.com
Bagan se encuentra en la llanura central de Myanmar, Birmania.
A partir de los siglos IX al XIII, fue el primer reino en unificar las regiones que más tarde constituirían el moderno Myanmar.
Durante los siglos XI y XIII, más de 10.000 templos budistas, pagodas y monasterios fueron construidos en las llanuras de Bagan, pero solo los restos de más de 2200 templos y pagodas aún sobreviven hasta nuestros días.
Bagan, está situada en una zona sísmica activa, sufrió a través de los tiempos, más de 400 sismos registrados entre 1904 y 1975.
El gobierno militar trató de hacer de Bagan un destino turístico internacional; las pagodas dañados sufrieron restauraciones en la década de 1990 pero las restauraciones provocaron la condena generalizada de los historiadores del arte de todo el mundo, ya que a las restauraciones le prestaron poca atención a los estilos arquitectónicos originales, utilizado materiales modernos.
Misterioso e intrigante es el mundo de los sueños que convoca cotidianamente a nuestro asombro y desconcierto. Cada sueño es una verdadera creación. Por qué no decir, lo más creativo que tenemos? Valen allí todas las combinaciones posibles. Borrando las marcas del tiempo, actualiza y condensa pasados lejanos y cercanos y nunca el soñador está ausente como protagonista de esas puestas en escena, aunque no sea más que como actor de reparto.
Sigmund Freud descubrió y estudió exhaustiva y apasionadamente el valor de los sueños como formaciones del inconsciente, plenas de sentido. Valiéndose de la representatividad, es decir de la figuración en imágenes, los sueños son producciones subjetivas que expresan contenidos inconscientes. El soñar nos sirve tanto para preservar el descanso, como para procesar y tramitar aquello que quedó pendiente de la vigilia y necesita de alguna forma ser elaborado.
No siempre los sueños resultan comprensibles y a veces hasta desafían nuestro empeño en recordarlos. Los hay más confusos y enmarañados, y también los hay disparatados. A veces son placenteros, a veces angustiosos y cuando ya traspasan el umbral de lo soportable, logran interrumpir el dormir. Son éstas las temibles pesadillas.
Soñamos en color o en blanco y negro. Estos montajes que apenas duran pocos minutos parecen desplegarse a lo largo de la noche entera. Lo que nos queda al evocarlos en su contenido manifiesto, que no debe entenderse en su literalidad sin interpretarlo. Los personajes, escenarios, tiempos y acontecimientos que aparecen en el sueño, no necesariamente coinciden con la realidad; es más, la distorsionan casi siempre. Al estar regidos por las leyes del inconsciente, los sueños plantean situaciones que resultan incoherentes y, más aún, imposibles de concebir. Con retazos de dos o más vivencias componen una imagen compactada, labor de retazos armados con materia prima diversa.
El trabajo de interpretación de un sueño supone desentrañar un mensaje cifrado que el sueño busca transmitir. No es posible llevar a cabo tal desciframiento ateniéndose solamente al texto del sueño y su simbolización. Es decir, la riqueza del descubrimiento freudiano no cabe en reduccionismos que, a la manera de un diccionario de símbolos, hagan de traductor para entenderlo. La vida onírica estuvo siempre rodeada de mitos y enlazada a creencias como por ejemplo, que éstos presagian acontecimientos penosos que pueden ocurrir en la realidad por el hecho de haber sido soñados.
Los niños sueñan y dan cuenta de ello desde muy pequeños. Al principio se refieren a sus producciones oníricas, como acciones sucedidas durante la noche, películas o pensamientos nocturnos; hasta que más tarde, incluyen en su discurso verbal el término soñar. Los primeros sueños que narran los niños, no son evocados como recuerdos. Irrumpen como relatos en la vigilia, a través de algún elemento que llega como arrastrado hasta la vida despierta.
El lenguaje de los sueños atrae especialmente a los más jóvenes. Más allá del desafío de buscar el sentido del sueño o de la necesidad de aliviar la angustia que les puede ocasionar, hay en la producción de un sueño una sintaxis parecida al lenguaje de un videoclip que le resulta cercana. Cuanto más desfigurado está el sueño, más creativo les resulta. Por momentos parece no haber distancias entre ser director de arte y autor de sueños.
El mundo de los sueños no se rige por las mismas reglas que la vida real. Aquello que es imposible en la vida cotidiana ocurre en nuestros sueños sin que nos sorprenda.
Los sueños utilizan un lenguaje propio muy cinematográfico y simbólico. Este lenguaje es diferente del que empleamos en la vigilia, ya que no es lógico sino instintivo y universal. En el sueño el tiempo se distorsiona completamente; lo que transcurre en décadas, en el sueño se da en un mismo instante. Personajes históricos se mezclan con familiares y la persona que sueña puede ser transportada tanto al pasado como al futuro. Asimismo, el espacio también puede sufrir todo tipo de modificaciones.
Nuestra mente, por su parte, no actúa como lo haría en la vida real; muchas veces procede de forma contradictoria, ignorando la frontera entre lo correcto y lo incorrecto.
Tan enigmáticos como apasionantes, los sueños nutren, habitan y recorren nuestra vida interior. Productivos y complejos, estos astutos jeroglíficos son a la vez guardianes del dormir y aliados fieles del trato con la intimidad.
Un lote de imágenes en bruto de antiguas misiones de la NASA muestra rápidas luces y objetos extraños en el cielo. Este metraje, recientemente publicado en YouTube, está renovando las teorías de conspiración OVNI de que el gobierno de EE.UU. está ocultando su conocimiento sobre las interacciones con vida extraterrestre. Aquí, dos astronautas hablan del supuesto encubrimiento de la NASA y de lo que realmente muestran estos clips.
El escenario es así: Es 1996; eres un astronauta y estás viendo un Objeto Volador No Identificado (OVNI). Te estás deslizando a través del espacio en una órbita baja terrestre, viendo esta nave alienígena danzar alrededor de tu videocámara. No estás solo: hay otros astronautas a bordo del transbordador espacial y el control de misión está viendo lo mismo desde Houston. Sin embargo, ni una sola voz o mención de E.T u OVNI puede ser oída en esta grabación. Aparentemente, es otro encuentro rutinario con vida extraterrestre y otro día en la vida de un masivo y largo encubrimiento global de la agencia espacial.
Esto es lo que se cuenta en la red, a raíz de una serie de videoclips en YouTube presentados como evidencia de que los extraterrestres están entre nosotros. El metraje cubre un número de misiones y un rango de misteriosos objetos. Incluso un video muestra un objeto que parece transformarse de una forma a otra mientras el cameraman filma. Si eso no fuera suficientemente misterioso, en un punto, una luz cruza la escena. Y esto, acompañado de un título del estilo: «¿Admitirá finalmente el Gobierno de EE.UU que hay alienígenas?».
Si el gobierno estadounidense tiene algo que confesar o no sobre hallazgos alienígenas, lo cierto es que el astronauta detrás de esas tomas en particular no tiene nada que esconder. Mario Runco fue un especialista de misión a bordo de la misión STS-77, lanzada en mayo de 1996. Uno de los objetivos de la tripulación fue desplegar un satélite experimental, llamado Passive Aerodynamically Stabilized Magnetically Damped Satellite Test Unit (PAM-STU). El PAM-STU era casi del tamaño de un bote de basura y fue diseñado para probar un nuevo acercamiento a la maniobrabilidad satelital, usando el campo magnético del planeta para realizar ajustes de altitud, en vez de usar propulsores. La tripulación filmó al satélite por días, pero en el clip subido a YouTube por Martyn Stubb, el PAM aparece como un grano, de poca luz mejorada en blanco y negro. Sus dos reflectores Stimsonite-los mismos materiales utilizados en carretera y en reflectores de bicicleta, capturan la luz ambiental, y en un momento parece que se funden en un solo punto brillante mientras el satélite gira de frente. «Las luces moviéndose en el fondo son o bien luces aisladas del suelo o estrellas, pienso que probablemente lo segundo», indica Runco.
En otro clip, una vista a través de una ventana del transbordador muestra luces cruzando el espacio, luego revirtiendo la dirección y escapándose en un flash. El título del clip es «OVNI se escapa rápidamente en video de NASA» (UFO quickly take off on NASA video). La realidad, en cambio, es menos dramática. Thomas Jones, ex especialista de misión y co-autor de «Planetology: Unlocking the Secrets of the Solar System», estaba en esa misión, la STS-80- también realizada en 1996 y brinda una descripción del metraje. «Unos cuantos cristales de hielo o residuos del propulsor en el campo cercano están flotando y son golpeados por un penacho de humo del propulsor y expulsados de la escena».
Los partidarios de la «conspiración OVNI» tienden a descartar las respuestas oficiales de miembros de NASA, el Pentágono o cualquier otra agencia gubernamental, pero según Runco incluso si hubiera un activo encubrimiento, ninguna cantidad de coerción podría prevenir a un astronauta -él incluído- de confirmar la vista de una nave alienígena. «Si pensara que fue una nave inteligente, sería el primero en decirlo», indicó Runco. «Querría el crédito: Mario Runco fue la primera persona en la historia en documentar fehacientemente la existencia de una civilización extraterrestre. ¿Por qué querría guardar el secreto?».
Ni Runco ni Jones tienen ilusiones de disipar los mitos relacionados con OVNIS y NASA, particularmente cuando las personas pueden recolectar material y adaptarlo. «No hay forma de detener a las personas de usar el metraje de domino público para tontos propósitos», dice Jones.
Buzz Aldrin realizó declaraciones, según él citadas fuera de contexto por la televisión, relacionadas con avistajes de OVNIs. También Edgar Mitchell, ex astronauta, expresó que creía en un encubrimiento desde Roswell, aunque no dijo haber visto nunca un extraterreste. Ah, Mitchell creció en Roswell…Ah, y, aunque él parece estar en contra de la conspiración mundial de encubrimiento, no puede develar los detalles que gente privilegiada como él tiene al respecto.
Las probabilidades de la existencia de vida extraterrestre son altísimas, en virtud de lo enorme del universo y la cantidad de estrellas que pueden hospedar planetas. Incluso las más escépticas ecuaciones de Drake producen como resultado grandes chances de que muchas civilizaciones extraterrestres avanzadas existan. Empero, algo muy distinto de eso es interpretar las luces u objetos que no entendemos, que nos parecen extraños o misteriosos en el cielo, como un contacto intergaláctico.
Claramante, vemos lo que queremos ver.
En lo personal, pienso, como Carl Sagan, que ante afirmaciones extraordinarias se requieren pruebas extraordinarias.
Actualización 2011:
El artículo de arriba está basado en el publicado por Erik Sofge en Popular Mechanics: Footage in the Sky: The Truth Behind NASA’s ‘UFO’ Videos, como se señala debajo.
Esa nota incluye ideas que tengo al respecto, pero al mismo tiempo no dice todo lo que pienso. Es por eso que actualizo el post para incluir otros conceptos, a raíz de una serie de comentarios y consultas que me han llegado por mail:
Por ejemplo, me dicen cosas como:
1-El título del artículo dice que es «La verdad» sobre los ovnis. ¿Cómo se atreve a adueñarse de la verdad?
Sí, el título dice «La verdad» y no «LA Verdad». Obviamente es MI verdad, una verdad con minúscula, subjetiva, personal. ¿Acaso el lector busca LA Verdad en un blog? ¿En un libro? ¿Quién tiene LA verdad? Es obvio que no hay UNA verdad. NO hace falta aclararlo. Si ud. leyó el artículo pensando que es LA verdad, tendría que revisar sus ideas.
2-Usted forma parte de una red de conspiración que intenta ocultar LA Verdad.
No formo parte de ninguna red de ninguna cosa. Participo como colaborador en algunas organizaciones, nada secreto, como Greenpeace y similares.
3-Usted es «anti-OVNI», pero dice que «Las probabilidades de la existencia de vida extraterrestre son altísimas». Es una contradicción.
No veo la contradicción. Sí, entre las organizaciones en las que participo figura SETI. Colaboro en forma económica y corriendo en mi PC la aplicación SETI@Home, así como difundo desde aquí su existencia y la importancia de realizar una búsqueda sistemática y científica de posible vida inteligente extraterrestre. Y no, no creo que los avistajes que se realizan sean naves extraterrestres. No veo ninguna contradicción.
Ojalá lo fueran, ojalá descubramos vida además de la que habita la Tierra. Así y todo, las consecuencias podrían ser muy variadas. ¿Cómo reaccionaríamos en la Tierra ante semejante hallazgo? Pero al margen, sería maravilloso descubrir otras formas de vida.
Entre ese deseo, materializado en una colaboración de búsqueda científica, y el creer que cualquier cosa es una nave espacial no humana, hay una diferencia enorme.
Pensemos un segundo dos cosas:
a-La mayoría de los avistajes son realizados por personas que casi nunca elevan la cabeza, que casi nunca miran el cielo. Que, por lo tanto, desconocen cómo es el aparente transitar de los planetas (como Venus, Marte y Júpiter) o de los satélites artificiales o las formas de las nubes.
Además, las imágenes se toman en el momento en el que el observador creer ver «algo raro». Es lógico que, al no existir una preparación y no poseer la mayoría de las personas equipo súper especializado, lo que se obtiene es borroso, poco claro, ambiguo.
Entre ambas cosas, el combo resultante es poco indicativo como para de allí pasar a creer que nos visitan seres de otros mundos.
b-La estrella más cercana está a 4 años luz de distancia, aproximadamente. Está claro que en el Sistema Solar no hay otras formas de vida, al menos inteligentes y desarrolladas. Así que salimos del Sol y buscamos otras estrellas. El sistema estelar más cercano no parece ser el adecuado tampoco. [Adenda Octubre 2012: Se encontró un planeta en ese sistema, aunque difícilmente puede albergar vida tal como la conocemos. Es posible, sin embargo, que haya más planetas allí.] Pero supongamos que los datos no son suficientes en este caso. Cualquier civilización que pudiera habitar Próxima Centauri tardaría 4 años en llegar a la Tierra si viajara a la velocidad de la luz.
No parece posible viajar a esa velocidad, pero no es imposible, desde lo teórico, viajar a una velocidad cercana a ese límite.
El ser humano actualmente crea naves que alcanzan velocidades de ¿cuánto? Para escapar de la gravedad de la Tierra hace falta una velocidad de 11 km/s. Utilizando la gravedad de los objetos del Sistema solar se han logrado velocidades muy altas, sin embargo los transbordadores de NASA sólo llegan a 28.000 km/h!
4 años luz son 37.817.019.821.952 kilómetros!!
En un transbordador tardaríamos 1.350.607.850 horas en viajar, es decir 154.178 años.
Pero, un segundo ¿es esa la única opción? No, hemos enviado naves al sistema solar que impulsadas por los planetas alcanzaron velocidades mayores. Y es posible que con tecnología futura se logren romper varias veces los récords actuales. Si hacemos hipótesis, con propulsión nuclear se lograría llegar al sistema estelar más cercano en…85 años!
Ahora bien, ¿desde allí nos visitan asiduamente naves? No parece un buen lugar, pero si pensamos en el sistema estelar que quizás sí sea habitable, estaríamos hablando de distancias mucho mayores (y el tiempo de viaje sería proporcionalmente mayor también). Así que quedémonos por el momento con esta rara posibilidad. ¿Viajan desde Próxima Centauri naves hacia la Tierra? ¿Tardan 85 años en llegar? ¿O tardan mucho menos? Si ocurre esto último, evidentemente tienen una tecnología increíblemente superior a la del ser humano.
Y entonces quizás vayan y vuelvan con distintas naves (¿son todas iguales o tienen distintas formas?). ¿No aterrizan nunca? ¿O aterrizan donde NADIE los ve?
¿No hay nada en todo esto que le haga ruido? ¿Piensa realmente que esto es posible?
Si piensa que sí, dígame ¿es posible o está seguro? ¿Se da cuenta de la diferencia entre ambas cosas? Es posible que haya vida inteligente allí afuera, pero ¿estamos seguros de que hay?
4-Lo que pasa es que usted es un escéptico que no cree en nada. Un amargado.
Escéptico, sí, al igual que usted. Amargado, quizás. Aunque es mejor esto último a ser un «tonto feliz».
¿Por qué digo «escéptico, igual que usted»?
Desde lo filosófico me considero agnóstico, aunque desde lo religioso, ateo. A veces, cuando sé que alguien que es creyente me pregunta qué pienso al respecto, respondo:
«Soy un poquito más ateo que usted», digo con una mueca de ironía.
¿Sabe por qué? Los católicos son «ateos». Niegan la existencia de Zeus, Mahoma, Buda, y todos los demás dioses que se le ocurran, excepto el suyo.
Los judíos son ateos. Ateos de los mismos dioses que los católicos, es decir, todos, pero un poquito más porque tampoco creen en Jesucristo, cierto?
Y así con el resto de las religiones. Los creyentes son ateos a casi todos los dioses, excepto uno.
Yo soy un poquito más ateo todavía.
Empero, es una forma de responder sólo para poner en evidencia lo que piensan los demás. En realidad no sé si hay o no hay dios como alguna clase de ser o inicio del todo. En cambio no creo en las ideas religiosas al respecto (que agregan aspectos hasta físicos y morales) de la misma forma en que no creo en Papá Noel.
Ahora bien: soy un escéptico sobre los OVNIs, y soy un poquito más escéptico que muchos de los que sí creen en OVNIs, que también son escépticos de: hadas, duendes, ángeles, demonios, hombres-lobo, vampiros, gnomos-elfos, magos, brujas, fantasmas, espíritus, abominable hombre de las nieves, y un sinfín de otras afirmaciones por el estilo.
¿O no? ¿O acaso el que cree en ovnis cree también en todas esas cosas? ¿Y en elefantes rosas que vuelan también? Seguro que hay muchas cosas que el creyente en ovnis no cree. ¿Tiene evidencia para sostener esa no-creencia? NO, es al revés. Quien diga que existen los elefantes rosas que vuelan debería poder probarlo. ¿O no?
Pues entonces prueben que nos visitan ET y me verán cambiar de opinión.
5-Usted es un cerrado. No admite que los demás pensemos distinto.
Pues la línea anterior va en la dirección opuesta. ¿Seguro que el cerrado soy yo?
6-Pero Usted pide pruebas imposibles//Pero usted pide pruebas cuando ya hay un montón.
Como finalicé el artículo de arriba: ante afirmaciones extraordinarias exigimos pruebas extraordinarias. Lo mismo aplica al elefante rosa que vuela. ¿O usted creerá en tal afirmación si yo le muestro una fotografía borrosa? ¿Y si no es borrosa, creerá rápidamente, sabiendo que es posible editar una imagen y ensamblar objetos con otros en una foto y/o video?
Porque Dumbo vuela, pero me doy cuenta que es un dibujo ¿o usted piensa que realmente hay un elefante que vuela con sus orejas?
YO pido pruebas extraordinarias de la misma manera que usted ante otro tipo de afirmaciones.
Los avistajes que existen hasta el momento, en muchos casos, se amparan en imágenes estáticas o en movimiento muy discutibles, muy ambiguas. Y, como si fuera poco, hay unos cuantos que han falsificado las fotos y videos. En otros casos, sin embargo, hay fotos que sí son verdaderas, pero ¿naves ET o satélites o aviones o fenómenos atmosféricos?
Es muy fácil equivocarse, sobre todo cuando uno «desea» que tal cosa sea tal otra. No creamos cualquier afirmación. Seamos exigentes. Sería un descubrimiento maravilloso, extraordinario. Si usted cree que hay una conspiración mundial para tapar el fenómeno OVNI, piense de nuevo. ¿Quién manipula a quien? ¿Será que se está tapando el bosque con la mano o será que no hay nada que tapar?
7-¿Pero con tantos testimonios, tantos avistajes, usted cree que todo el mundo miente?
No, por un lado hay mucha gente que cree haber visto algo raro y, en realidad es un error. No se trata de un objeto extraño per se, sino uno que es extraño para esa persona que no suele levantar la cabeza y mirar el cielo.
Hay gente que sí tiene esa costumbre, que está en mejores condiciones de discernir entre un objeto astronómico, un artefacto humano y algo que no encaja en ninguna de esas categorías. Y vio algo que no puede explicar. Quizás sea, efectivamente, «algo extraño». La palabra «quizás» implica una posibilidad, no una certeza. Y creo que se trata de una minoría de casos.
Por supuesto, con uno solo que sea verídico es suficiente. Pero ¿cómo saber si un supuesto avistaje es verídico sólo por un testimonio?
Hay personas muy creíbles, que no han tenido la costumbre de mentir, de engañar y que sí conocen algo de los movimientos de los astros y planetas, de satélites y lo que han visto no lo han registrado en fotos o videos. Hay allí un relato que podría considerarse verosímil dada la confianza que podría depositarse en el relator.
Pero: a esas mismas pocas personas las invito ahora a evaluar la misma afirmación de antes: «Acabo de ver un elefante rosa que vuela». ¿Me creerán? No tengo la costumbre de mentir ni de engañar. Puede discernir entre un elefante y un avión. ¿Alcanza con eso?
8-Entonces usted NO puede decir que NO existen los OVNIS
Los objetos que no se pueden identificar son OVNIS. Puede que no los pueda identificar alguien, por su escasez de conocimiento, o puede que quien sí tenga información no logre identificar un objeto avistado como nada conocido.
Esto implica que alguna posibilidad existe de que alguna nave ET haya surcado nuestros cielos. No niego esa posibilidad. Pero la tomo como tal y no como una certeza.
Al menos, hasta el día que yo mismo avizore algo sumamente llamativo y que no pueda explicar de ninguna manera. Hay gente que dice haber pasado por esa situación. Puede que digan la verdad. No lo sé.
Pero, en el contexto actual sobre todo, con tecnología que permite con bastante facilidad editar imágenes y videos y auspiciar el fraude, ante la mentira que acompaña al ser humano desde siempre, es mejor tener cautela y escepticismo ante afirmaciones extraordinarias que creer alegremente en cualquier cosa que se diga.